Juego cooperativo como alternativa educativa en la formación de valores en niños de educación inicial

Coperative play as an educational alternative in the development of values in preschool children

Resumen

El juego cooperativo constituye un recurso pedagógico fundamental en la educación inicial, debido a su capacidad para promover experiencias sociales que favorecen la construcción de valores. Su fundamento radica en que, a través de la interacción lúdica, los niños desarrollan habilidades socioemocionales esenciales para la convivencia armónica. En este contexto, el presente estudio tuvo como objetivo analizar de qué manera el juego cooperativo contribuye al fortalecimiento de valores como el respeto, la solidaridad, la empatía y la responsabilidad en niños de 3 a 5 años de educación inicial. La investigación se desarrolló bajo un enfoque cualitativo con diseño descriptivo de campo. La muestra estuvo conformada por 15 a 20 niños seleccionados de forma intencional. Para la recolección de datos se utilizaron técnicas como la observación participante mediante una ficha estructurada, entrevistas semiestructuradas dirigidas a la docente y registros anecdóticos consignados en un diario de campo. La información se procesó mediante análisis de contenido, identificando patrones y categorías emergentes relacionadas con la conducta cooperativa y la convivencia. Los resultados evidenciaron avances significativos en la interacción social y la práctica espontánea de valores. Los niños mostraron mayor disposición para colaborar, compartir materiales, resolver conflictos pacíficamente y comunicarse de manera asertiva. Se evidenció también un aumento de conductas empáticas, como ofrecer apoyo a otros y mostrar comprensión hacia las emociones de sus compañeros. Además, se notó una disminución significativa de actitudes enfocadas en la competencia o en el beneficio personal exclusivo. Estos hallazgos avalan que el juego cooperativo es un instrumento didáctico efectivo para fomentar valores en la educación inicial, ya que posibilita que los niños los apliquen en contextos reales de convivencia. Este tipo de dinámicas fomenta su crecimiento en el ámbito socioemocional y ayuda a establecer un ambiente escolar basado en la solidaridad, el respeto y la participación activa.