Estimulación magnética transcraneal en el tratamiento de la depresión mayor resistente a terapia convencional

Transcranial magnetic stimulation in the treatment of major depression resistant to conventional therapy

Resumen

La depresión resistente al tratamiento (DRT) constituye un desafío por su alta prevalencia, el deterioro funcional y el riesgo de desarrollar tendencias suicidas. Para estos casos, la estimulación magnética transcraneal (EMT) se ha posicionado como una alternativa no invasiva capaz de modulares circuitos fronto-límbicos implicados en la regulación emocional. Entre sus modalidades destacan los protocolos convencionales de EMT repetitiva (EMTr) de 10 Hz sobre la corteza prefrontal dorsolateral izquierda, la estimulación theta-burst (TBS) en sus variantes excitatoria (iTBS), inhibitoria (cTBS) y esquemas bilaterales. Esta revisión integra 23 estudios entre 2021 y 2025. Estas evidencian reducciones significativas en puntajes de escalas psicométricas como HDRS y MADRS, con tasas de respuesta que oscilan entre el 40–65% y de remisión entre el 20–45%. La iTBS exhibe eficacia similar a la EMTr de 10 Hz y, en algunos ensayos, una mejoría más rápida. Los protocolos bilaterales de EMTr tienden a superar ligeramente a la TBS bilateral. También existe disminución de la ideación suicida con una consistente mejoría del estado de ánimo. Factores como la frecuencia, la intensidad, el número total de pulsos, entre otros, influyen en la magnitud del efecto, observándose mejores resultados con programas extendidos, entre 30 a 37 sesiones, o esquemas acelerados. La actividad física basal y biomarcadores como la alineación alfa podrían actuar como predictores de respuesta. La EMTr mantiene un perfil de seguridad favorable, con baja tasa de abandono y eventos adversos leves. En conjunto, la evidencia respalda a la EMTr como una intervención eficaz, segura y potencialmente costo-efectiva, aunque persisten vacíos respecto a la estandarización de parámetros y la comparación con otras terapias avanzadas.